viernes, 5 de octubre de 2007

Barista


El arte de servir un buen café

Capuchino, expreso o con leche. Hay para todos los gustos. Sin embargo, la calidad y la presentación de esta bebida ha evolucionado a medida que el paladar de los consumidores se torna más exigente.

Es hora del cafecito. Es hora de saborearlo y de sentir su aroma. Y expertos en esta bebida aseguran que, así como ha evolucionado la tecnología, el vestuario y la rapidez del transporte, el café también ha sido protagonista en ese listado de adelantos y metamorfosis.

En los años ochenta, pedir un café era algo común y su presentación no exigía mayor estética. Una década después, los cambios no fueron significativos; sin embargo, en los últimos 5 años, las variedades de café y el boom de las tiendas dedicadas a la venta del grano y de la bebida, se han convertido en un fenómeno del que muchos comerciantes y empresarios quieren ser protagonistas.

De ahí que han despegado concursos a nivel mundial de “baristas” (término italiano utilizado para identificar a quienes preparan diferentes tipos de café), donde muestran sus destrezas para presentar un café con buen sabor y excelente imagen. La tradicional espuma sobre un capuchino se puede transformar ahora en un fondo blanco sin burbujas y con un corazón de canela sobre él. Así, la figura se puede cambiar a flores, hojas, estrellas o hasta la cara de un personaje caricaturesco.

Heather Perry, dos veces campeona de la competencia mundial de baristas en 2003 y 2007, visitó el país esta semana para capacitar a quienes participarán en la misma competencia a nivel nacional, que se llevará a cabo en noviembre próximo. La idea, además de los consejos para presentar de forma original cada taza de café, es aconsejar a los concursantes a cuidar cada movimiento que hacen durante la preparación de las bebidas. “El diablo está en los detalles”, dice.

Perry, quien trabaja para la empresa familiar fundada por sus padres, Coffee Klatch, asegura que en su negocio compran café de subasta producido en Guatemala por su sabor dulce y con un toque de chocolate. “He notado que los baristas guatemaltecos tienen mucho talento, y para este tipo de competencias tan estresantes, es importante aprender a conocer a los jueces y las exigencias que estos tienen a la hora de calificar”.

“No es la Mujer Biónica”

El taller impartido por Perry es una iniciativa de la Asociación Nacional del Café (Anacafé), la cual tiene como objetivo pulir las estrategias de los baristas nacionales y, de esa manera, colocarlos en un nivel de profesionalismo y modernización. “El aprendizaje lo tienen que captar ellos y trasladárselos al consumidor para que la gente sepa qué es lo que está tomando”. “Además, con esta capacitación, los asistentes se dan cuenta que Heather no es la Mujer Biónica y que los detalles son básicos pero importantes”, señala Gabriela Cordón, quien trabaja en el área de Proyectos y Mercadeo de Anacafé.

La relación que ha tenido Guatemala con países como Japón, Taiwán, España e Italia, entre otros, en el tema de consumo de café, ha hecho que en la última década, los productores se dediquen a mejorar la calidad del aromático y de esa manera venderlo a precios competitivos en las subastas.

“La calidad del café guatemalteco está reconocida a nivel mundial y vamos a continuar trabajando para motivar a nuestros productores y estrechar los vínculos con los consumidores”, apunta Christian Rasch, presidente de Anacafé.


http://www.elperiodico.com.gt/es/20071005/14/44340/

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