PANAMÁ. Cuando los precios del “grano dorado” —como también se le dice al café—, bajaron debido a una sobreproducción de los países exportadores, estalló la crisis del café en 2002.
Los sectores cafeteros de Brasil, Colombia, Nicaragua, Honduras y Guatemala, fueron seriamente afectados.
Sin embargo, en el caso colombiano, la crisis del café puso al sector a ingeniárselas para buscar la manera de seguir percibiendo ingresos. Es así como muchas fincas cafeteras de los departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas — el triángulo cafetero de Colombia— se transformaron en confortables hoteles campestres, ofreciendo atractivos turísticos enfocados hacia los cultivos del grano.
Ejemplo de ello es la finca hotel Bosques del Samán, ubicado en el municipio de Alcalá, en el departamento del Valle.
Hace aproximadamente ocho años, estas 25 hectáreas de cultivo fueron transformadas en un proyecto turístico, cuenta la gerente general, Martha Botero Manzur, quien junto a su esposo, Rafael Madrid Tisnes, optaron por esta alternativa “debido a la crisis del café”.
Iniciaron con un capital semilla de 60 mil dólares y con una propuesta que ofrecía tan sólo 5 habitaciones de estilo “típico”.
Pero debido a la demanda, la pareja de empresarios tuvo que expandir el negocio: hoy en día cuentan con 35 habitaciones de estilo típico, rústico y colonial, con una inversión total que ronda los 800 mil dólares.
Además, ofrecen otros servicios: alquilan la finca para bodas, talleres corporativos, canopy sobre los cultivos de café, entre otras actividades que les representan otros ingresos.
“Nosotros fuimos unos de los pioneros en este negocio. Año tras año, la demanda ha venido incrementándose alrededor de un 40%”, dice Botero Manzur.
Pese a que a la finca ahora se le saca provecho como hotel, no ha dejado de producir café, como otras fincas.
Bosques del Samán produce tres toneladas del grano por cada una de las 25 hectáreas.
“Tenemos dos cosechas de nuestro café caturro, que es una de las variedades del café arábigo. La primera cosecha es a mediados de abril y la otra, a finales de año”, cuenta Madrid Tisnes.
Las expectativas para este año, en medio de la crisis financiera global, dice la pareja de empresarios, es retomar la venta de la producción a cooperativas de caficultores locales y a exportadores particulares.
También, junto a otros empresarios del sector, están invirtiendo 10 mil dólares cada uno en publicidad para atraer turistas de países como Panamá. Para el 2010 esperan 4 millones de visitantes.
TURISMO
En 2008, la ocupación de muchas fincas-hoteles del triángulo cafetero colombiano, bajó en un 10%, debido al invierno.
Durante la feria “El Salón Internacional del Café”, los empresarios dijeron que la demanda, en lo que va de 2009, volvió a favorecerlos y esperan que la feria impulse más el turismo en la región.
http://www.laestrella.com.pa/mensual/2009/03/24/contenido/79056.asp
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