Un buen café se reconoce por su sabor, aroma y consistencia. Pero antes de que llegue a la taza cada grano debe pasar por minuciosos procesos de recolección, lavado y secado.
Ese cuidado, del más mínimo detalle, le otorga al café el sello de “especial”, y eso redunda en mayor preferencia entre los mejores paladares del mundo.
La selección de granos durante la cosecha determina el sabor del café en taza. Un fruto verde puede volverlo amargo. Una pepa sobremadura, hacerlo muy dulce.
Eso lo han aprendido Mariana Pozo y Nicolás Mora, quienes han trabajado casi toda su vida en la parroquia Cascol, en Paján (Manabí). Cada año, caminan cientos de metros en busca de los mejores frutos. Las plantas no tienen más de dos metros de alto y en cada rama florecen decenas de pepas rojas, amarillas y verdes.
Ellos dicen que solo se deben desprender los granos maduros, de lo contrario, en la próxima cosecha, la mata dará menos frutos.
Las malas prácticas agrícolas y la edad de los cafetales inciden en la baja productividad que tiene el país. Según Juan Alberto Vera, director ejecutivo del Consejo Cafetalero Nacional (Cofenac), hasta 1995 el país producía 1,4 millones de sacos de 60 kilos.
Actualmente, la producción es de 700 000 sacos cada año. Además, las plantas -de la variedad arábigo- tienen un promedio de 40 años de edad. Y en cada hectárea se cosechan cuatro quintales de café oro. Una buena productividad debería ser entre 20 y 30 quintales por cada hectárea.
El funcionario reconoce que también existe una baja densidad en las siembras. En los cafetales hay entre 500 y 1 000 plantas por hectárea. Aunque se recomienda de 3 000 a 4 000 matas.
Vera dice que la buena calidad del café también se obtiene en el tratamiento postcosecha.
Juan Sánchez, encargado de un centro de acopio en Cascol, explica que para retirar la cáscara es mejor hacerlo con grandes chorros de agua. Y luego se debe colocar en tolvas para que se fermente, durante 12 horas. Este proceso le permite al café tener mayor consistencia y grado de acidez.
Un cuidado especial merece el secado, dice Sánchez. No se puede colocar sobre tierra porque absorbe un sabor ferroso. Ni cerca de olores fuertes, porque se adhieren fácilmente a la pepa. Similares precauciones se deben tomar al momento del almacenaje.
Pero esos detalles no han sido multiplicados en todas las plantaciones. Eso impide la calidad del café ecuatoriano, explica Roberto Jiménez, presidente de la organización Fepecafés.
Por ahora el producto local no está dentro del mapa mundial de productores de café especial. En el atlas constan Colombia, Brasil, Centroamérica y África.
Pese a ello, las exportaciones ecuatorianas van en aumento, según Jéssica Naranjo, coordinadora sectorial de café de la Corporación para la Promoción de Inversiones y Exportaciones (Corpei).
Las ventas al exterior del 2006 superaron en 3,4% a las del 2005. El año pasado el país exportó
1 028 532 sacos de 60 kilos de café en todas sus variedades: robusta, natural, lavado, orgánico, industrial y tostado. Para el 2007 se calcula un aumento del 20% en ventas externas. Solo hasta junio ya se vendieron 400 013 sacos.
Los principales clientes del Ecuador son Alemania, Polonia, Rusia, Colombia, Letonia, Inglaterra y Estados Unidos.
La recuperación de los precios internacionales es una de las razones para el crecimiento. Hasta el momento se cotiza en USD 120 el quintal de la variedad el lavado y USD 140 el orgánico. Pero la mejora en las ventas ocurre por el aumento del consumo mundial, según Miguel Rendón, gerente de la firma Escoffee.
Rendón dice que en el 2003, el mundo consumía 5,5 millones de sacos. En el 2006 la cifra subió a 7,7 millones. Y al finalizar el 2007, se calcula que el consumo supere los 8,9 millones de sacos.
“El cliente cada vez busca café de mayor calidad, mejor sabor, y por eso se enfoca a los cafés especiales”. El país empezó a exportar las variedades especiales recién dcsde el 2005, explica Rendón.
Por eso Luis Trujillo, analista de calidad de una exportadora cafetalera, pone énfasis en el control de cada grano que se vende.
Antes de sellar los sacos, 70 mujeres selecciona cada grano. Comprueban el tamaño, la humedad y el grado de limpieza. La calidad es el filtro del café.
La industria local
Para elaborar el café industrial, Ecuador importa materia prima des de Vietnam. El precio y la poca producción local son las principales razones.
La capacidad instalada de las fábricas es un millón de sacos de 60 kilos. Las principales son Solubles Instantáneos y El Café.
En el mundo, las industrias más importantes están en Colombia, Brasil, Nicaragua y Europa.
Un proyecto de renovación pretende cultivar 50 000 hectáreas de cafetales con un nuevo material genético.
http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=136686&id_seccion=6
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