- El buen cortador se ha ido y sólo ha quedado el malo, eso encarece los costos del corte de café”, asegura el productor Frank Lanzas
- Para evitar migración, los cafetaleros deben ofrecer mejores salarios
La cosecha de café que inicia será mejor que la pasada, pero los agricultores temen perder parte del grano por falta de mano de obra y el incremento de los costos de producción, advirtió el presidente de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa (Asocafemat), Frank Lanzas Tercero.
Los cafetos ya están colmados de granos y en algunos sitios altos del departamento de Matagalpa inició el “graniteo” que augura una cosecha de café superior en 30 por ciento con relación a la anterior. Con ello la esperanza ha vuelto a obreros agrícolas, productores, beneficiadores, comerciantes y hasta recaudadores de impuestos.
Ellos sintieron el golpe del bajón de la cosecha pasada, pero ven acercarse el momento de la recuperación porque el ciclo 2007-2008 promete a Nicaragua una exportación de café estimada en por lo menos 1.8 millones de quintales.
Sin embargo, la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) estima que la disponibilidad de mano de obra es de casi 80 mil cortadores de café, lo que ya muestra un déficit mayor del 30 por ciento con relación a la necesidad que plantean los caficultores, indicó su representante Carlos Blandón.
La Asocafemat estima que los caficultores requieren de un cortador por cada 15 quintales de café oro y, según las proyecciones de cosecha, la demanda será de al menos 120 mil cortadores, de los cuales 84 mil trabajarían en Matagalpa y Jinotega.
El 70 por ciento de la meta de exportación dependerá de los plantíos de Matagalpa y Jinotega, los departamentos que producen más café en el país, explicó Federico Rodríguez Vílchez, presidente de la Asociación de Beneficiadores de Café de Nicaragua.
“En la cosecha pasada tuvimos grandes problemas, tanto en fincas como en los beneficios de café, mientras que en la temporada anterior (2006-2007) tal vez no es que hubo mayor oferta de mano de obra, sino que a nivel de fincas favoreció que los cortes terminaron primero en Matagalpa y después los cortadores se fueron para Jinotega, donde estaban empezando los cortes y eso permitió que se enlazaran y levantaran las dos cosechas”, recordó el beneficiador Federico Rodríguez.
El dirigente de la ATC señaló que “a veces se escasea la mano de obra en la época pico de cosechas, porque también de Costa Rica vienen a buscar mano de obra para trasladarla a fincas costarricenses.
MIGRACIÓN LES AFECTA
Para evitar la emigración de cortadores de café, Blandón considera que los cafetaleros deben ofrecer mejores salarios, porque “si pagan mejor se queda aquí la gente y no se va tan largo”.
“Los productores tienen que irse preparando para contrarrestar la migración de la mano de obra, porque uno se va a donde lo tratan mejor y le dan mejores condiciones de vida, empezando con la vivienda, la alimentación y principalmente el precio por lata de café cortado”, agregó el representante de la ATC.
El productor Frank Lanzas da por hecho que “conseguir mano de obra será difícil”, porque “en Nicaragua hay múltiples factores que de una u otra forma promueven la emigración de la gente hacia Costa Rica, Honduras y El Salvador.
“El buen cortador se ha ido y sólo ha quedado el malo, eso encarece los costos del corte de café; por eso es que en Conacafé (Comisión Nacional del Café) se hace un estimado de los costos que tendremos este año y en ese estudio tal vez se darán algunas recomendaciones”, añadió.
SE QUEJAN DE COSTOS
Según Lanzas, la baja producción de café del ciclo pasado y el “raquítico” financiamiento bancario para esta actividad impidieron que los productores invirtieran en mejorar las fincas, lo que también les ha dificultado retener mano de obra con mejor salario y alimentación.
“Por eso lo veo bastante difícil porque los precios del café se mantienen en un rango que oscila entre los 115 y 125 dólares (por quintal) y los costos de producción todavía no sabemos en cuánto han incrementado”, aseguró Lanzas.
Cálculos de esta asociación indican que durante el ciclo 2006-2007, el costo de producir un quintal de café oro superó los 70 dólares.
Lanzas dijo que ahora están más caros los fertilizantes, combustibles y los productos para la alimentación de los jornaleros; y para garantizar la alimentación de los cortadores, durante la cosecha de café, los productores requerirán 270 mil quintales de frijol y 700 mil quintales de maíz, granos que hoy tienen un precio casi duplicado con relación al ciclo pasado.
OCHO BENEFICIOS CERRADOS
Otro problema que enfrentará la cosecha cafetalera es la falta de instalaciones para el beneficiado seco del grano, porque al menos ocho beneficios están cerrados, confirmó Federico Rodríguez Vílchez.
“Hay beneficios de mucha trayectoria que tienen problemas, desconozco las razones, pero si esos beneficios no abren vamos a tener problemas para poder acopiar el volumen de cosecha que se viene”, advirtió el presidente de la Asociación de Beneficiadores de Café.
En Matagalpa sólo 22 beneficios secos de café están activos. El corte apenas comienza y, según Rodríguez, “a estas alturas ya la primera pepena ha incrementado y puede haber unos 50 mil quintales de café pergamino acopiado en los beneficios secos de Matagalpa”.
Lanzas relató que en las últimas reuniones del Consejo Nacional del Café (Conacafé) también han hablado del desinterés del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) y del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), por reparar los caminos en las zonas productivas.
“Siempre es el mismo cuento: ya en octubre y noviembre empieza la reparación de los caminos, pero al año siguiente hay que volver al mismo problema”, dijo Lanzas.
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