Café orgánico gana espacio
Larry Luxner. 21 Dic, 2007
Producción ambientalmente amigable incrementa ganancias de pequeños cafetaleros.
José Olmedo Pérez Rodas, de 45 años, cultiva café desde hace 10 años. Pero en los últimos cuatro este padre de cinco hijos descubrió que producir café orgánico certificado podría sacar de la pobreza a él y otros campesinos del norteño departamento peruano de Lambayeque.
“Hemos aprendido que podemos hacer cosas de manera ambientalmente amigable, y esto nos dará ingresos extras”, dijo Pérez. “Gracias al café orgánico, mi hijo estudia agronegocios en Lima [la capital]. Eso es algo que otros padres no pueden pagar”.
María Justina Llatas Muñoz, de 44 años, nació en el norteño departamento de Cajamarca, en una familia de productores de papa. Pero Cajamarca —ambientalmente degradada por la sobrepoblación y la proliferación de químicos usados en la agricultura— ofrecía pocas oportunidades; por ello se casó y se trasladó a Moyobamba, en el vecino departamento de San Martín.
Actualmente Llatas es propietaria de 22 Ha de tierras, seis de ellas dedicadas a café orgánico.
“Ya he podido desarrollar algunos proyectos gracias al cultivo del café orgánico”, dijo. “He construido un nuevo establo para 12 vacas que están produciendo leche, lo que me da ingresos extras. Desde que tengo un establo bien dirigido con pisos de concreto, puedo recolectar abono de mejor manera y esto va al compost”.
Pérez y Llatas están entre los 1,170 agricultores beneficiarios de Pronatur, organización sin fines de lucro con sede en la ciudad norteña de Chiclayo, que promueve el café orgánico tipo arábica, que crece bajo sombra.
Jan Bernhard Riggs es el gerente general de Pronatur, que agrupa a 35 asociaciones regionales y subregionales dirigidas principalmente por campesinos. El equipo consiste de 13 personas que trabajan a tiempo completo, entre ellos ingenieros agrícolas, un sociólogo, una promotora de equidad de género y técnicos de campo.
Reducido consumo interno
Perú exporta cerca de 98% de su producción de café, debido en parte a que los peruanos on los menores consumidores de café per cápita en América Latina, según Bernhard. La producción de café orgánico certificado asciende a 600,000 sacos al año, equivalentes a 15% de la producción total de café del país, de 4 millones.
“Pero 80% o hasta 90% de eso es orgánico por omisión, porque la gente no puede comprar fertilizantes o pesticidas”, asegura Bernhard. “Si pudieran comprarlos, trasladándolos ocho horas en mulas por el barro hasta las fincas, terminarían costando tres veces más, lo cual no sería rentable”.
Perú exporta 60% de su café orgánico a Europa, y el resto a EEUU, según Raúl del Águila Hidalgo, presidente de la Junta Nacional de Café, con sede en Lima, que agrupa a los productores de café.
“Lo que tratamos de hacer es compartir nuestra visión de lo que es café orgánico y lo que esperamos en términos de producción y mercadeo”, dice
Del Águila, precisando que Perú tiene alrededor de 25,000 productores de café. En el 2005, el país exportó café por valor de US$305 millones, de los cuales $60 millones fueron en café orgánico certificado.
“No hay precios fijos, pero dependiendo de la calidad, la libra [0.45 kg] de café orgánico se vende normalmente a $0.05 a $0.35 por encima del café normal”.
Los cuatro departamentos que producen la mayoría del café orgánico en el Perú son Amazonas, Cajamarca, Lambayeque y San Martín.
El área de producción de Pronatur está en la región del Altomayo, en ambas riberas del río Mayo, y en las laderas orientales del caudaloso río Marañón a una altura de 1,300 a 2,000 msnm.
“Sólo estamos hablando de café orgánico certificado, lo que significa cuidar el medio ambiente, las fuentes de agua y la economía social”, explica Del Águila. “Si los pequeños productores son certificados como orgánicos hoy, eso no significa únicamente que no están usando pesticidas.
Es un esquema complicado de comportamiento ambiental y desarrollo socioeconómico que involucra atención de salud, capacitación y escuelas”.
Bernhard dice que el tamaño promedio de una finca que Pronatur representa es de 3 Ha.
La organización trabaja junto con la Asociación de Productores Agroecológicos, que juntos tienen 50,000 Ha de bosques lluviosos altoamazónicos pertenecientes a comunidades étnicas, así como 2,840 Ha de café, 84 Ha plantadas con mangos, limas y otras frutas, y 46 Ha de legumbres para exportación.
Según Bernhard, las ganancias anuales de Pronatur ascienden a $10 millones, de los cuales $8 millones corresponden a exportaciones de café. Al menos 90% de ese monto va directamente a los productores, dice.
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