Mario Acosta Oertel
El parque cafetalero realiza una gran contribución en la fijación de carbono y cuenta aún con un buen potencial para incrementarla. Estudios realizados en el año 2001 por Procafe en las zonas cafetaleras del país, muestran que el parque cafetalero, en sus diferentes agroecosistemas, es capaz de capturar carbono así:
*Rústico 174 Ton/Ha/año.
*Tradicional 101 Ton/Ha/año.
*Bosque 196 Ton/Ha/año.
*Moderno 118 Ton/Ha/año.
*Comercial 76 Ton/Ha/año.
Esta fijación es importante tanto para mitigar la emisión de gases a nivel local, como para una posible venta en el comercio internacional con fondos de los países industrializados. Ya que en la cumbre del cambio climático realizada en diciembre de 1997, en Kioto, Japón, el Protocolo de Kioto dejó abierta la puerta para las acciones de implementación conjunta, que posibilitan que un país desarrollado con altos costos marginales de reducción de sus emisiones, pueda financiar o invertir en esfuerzos para reducir las emisiones en otro país, cuyos costos marginales de reducción sean menores, acreditándose la reducción de emisiones resultantes del proceso.
Los países en desarrollo como El Salvador, pueden participar en este tipo de arreglos a través del Mecanismo de Desarrollo Limpio, regulado en el artículo 12 del Protocolo, mediante el cual los países desarrollados pueden acreditarse las reducciones que se realicen en países en desarrollo, ya sea financiando actividades que redunden en una reducción de las emisiones en estos países o financiando proyectos que generen una mayor capacidad de absorber emisiones, como en el caso de los proyectos de reforestación, que posibilitan absorber CO2 y fijar el carbono en la madera de los árboles.
Los ingresos por la fijación de carbono en las fincas cafetaleras es una proyección a corto y mediano plazo, para lograr un incentivo económico alternativo que le permita al caficultor el mantenimiento de un sistema de producción sostenible y amigable con la biodiversidad.
Es necesario concientizar a la población y hacer esfuerzos públicos, privados e internacionales, para evitar el cambio de uso de la tierra de los cafetales y promover su conservación y mejoramiento, tanto en función de la fijación de carbono como de otros importantes servicios ambientales que proveen, como la conservación de los suelos, de los mantos acuíferos y la biodiversidad.
Es importante resaltar que el complejo de volcanes Apaneca-Ilamatepec, fue clasificado como reserva mundial de la biosfera por la Unesco, esta reserva cuenta con una extensión total de 59,056 hectáreas, de las cuales 39,500 hectáreas, equivalentes a 56,428 manzanas, corresponden a plantaciones de café bajo sombra, más de un 25% de los cafetales nacionales, los cuales posibilitan el hábitat y flujo de diferentes de variedades de flora y fauna, no sólo dentro la reserva sino también entre los diferentes ecosistemas del país y por ende prestan un servicio al mundo entero.
*Colaborador de El Diario de Hoy.
http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=1921882
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