Soluciones a la revaluación se deben concertar
El director ejecutivo del Comité de Cafeteros, Héctor Fabio Cuéllar López, analizó la crisis que atraviesa el gremio.
Factores como los altos costos de producción y la revaluación del peso podrían llevarlos a la primera crisis cafetera del Siglo XXI. Pero como en otras épocas, los productores del grano han logrado enfrentar la adversidad y seguir cosechando el café más suave del mundo.
De hecho, los caficultores del Valle están de celebración y la conmemoración de sus 80 años se hará con los líderes de los 39 municipios cafeteros de la comarca.
Héctor Fabio Cuéllar López, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Valle del Cauca, explicó que como medida de choque para mitigar los efectos de la actual coyuntura, los productores vallecaucanos recurren a la creatividad.
¿Cuál es el balance que presenta el gremio caficultor, ahora que cumple ocho décadas de trabajo?
Hemos logrado presencia institucional cafetera. Si hacemos un recuento, el Valle del Cauca ha crecido al ritmo de dos grandes cultivos: la caña y el café. Gracias al apoyo del Comité de Cafeteros, el departamento cuenta con vías, acueductos, puestos de salud, escuelas, electrificación. No lo hemos hecho solos. El Estado es el actor principal y el gremio un importante aliado.
Adicional al tema de infraestructura, hemos sido constructores de tejido social, que está directamente ligado con el hecho de tener una mejor calidad de vida. También, hemos apoyado los procesos de carácter democrático. Las decisiones de este gremio se toman por consenso y por eso motivamos la participación ciudadana.
La revaluación es para ustedes la nueva plaga que acaba con los ingresos de los caficultores. ¿Cómo los ha afectado?
Nos coloca en una situación difícil. De los dos billones de pesos que los productores del grano en Colombia han dejado de percibir en los últimos años, el 10,5% representa el impacto a los productores en nuestro departamento. Cuando tenemos variaciones de más o menos $20 en el valor de dólar, nos representa más o menos un centavo de pérdida y un centavo traducidos en la moneda nacional nos deja con $400 menos por arroba de café por productor.
¿Cuál cree que es el salvavidas que les debe proporcionar el Gobierno para sacarlos de este problema?
Lo que necesitamos los cafeteros y los exportadores en general es tener una tasa de cambio que nos vuelva competitivos. Ésta debe estar por los $2.200 ó $2.300. Los esfuerzos que ha hecho el Gobierno y el Banco de la República no dan los resultados esperados por eso las soluciones deben ser concertadas con los que estamos afectados por la caída del dólar.
Y en el tema de los fertilizantes, que es el gran dolor de cabeza de los productores de alimentos, ¿cómo los ha afectado?
Los aumentos son bastante importantes en los costos de producción. En el último año, la urea reportó aumentos que van desde los $600.000 hasta $1.000.000 la tonelada y en el KCL, el precio hoy puede estar en $1.300.000.
¿Los ha beneficiado el pacto de estabilidad de precios a los fertilizantes propuestos por el Ministerio de Agricultura?
No se puede decir todavía si es la solución. Hay que esperar los efectos, ya que la medida estará vigente durante cuatro meses. Pero más allá de las medidas globales, nosotros buscamos como medida de reducción de costos, la herramienta de la investigación.
¿En qué consiste?
Primero, con Cenicafé se adelantaron análisis de suelo en todo el departamento y hoy tenemos fórmulas de mezcla física que nos ayudan a racionalizar el uso de los fertilizantes. Son diez formulas que tienen los municipios cafeteros del Valle del Cauca.
Adicionalmente, estamos promoviendo entre los productores el análisis del suelo en sus fincas y los apoyamos con una partida del 50% del valor de ese estudio, para racionalizar costos en la fertilización y tener un mejor café.
¿Ha bajado la producción de café en la región?
No, hemos mantenido la misma producción a pesar de los problemas y lo que queremos es cosechar más café y de mejor calidad. Para ello, la Federación Nacional de Cafeteros tiene en nuestro departamento dos programas: uno de renovación de los cafetales con cafeteros que tengan áreas menores a cinco hectáreas. Es un plan orientado a cinco años con renovación total de 30.000 hectáreas, es decir, 6.000 hectáreas por año. Se paga con crédito de $4.500.000, se otorga un incentivo del 40%.
El segundo plan para renovar el parque cafetero constituye en un aporte de $240 por árbol renovado para el caficultor. Pretendemos con éste último renovar 5.000 hectáreas en este año, año, esto con el apoyo del Gobierno Nacional, el Fondo Nacional del Café y recursos del Comité Departamental.
¿Cuál es el futuro de la caficultura regional?
Estamos cambiando el modelo. En vez de trabajar por municipios, vamos a trabajar por cuencas hidrográficas. De las más de 230 que existen en el Valle, 155 tienen café.
Lo que queremos es tener una caficultura sostenible y amigable con el medio ambiente pero también más rentable porque el consumidor paga mejor el café que es amigo del medio ambiente. De hecho, gracias a este modelo, nos están visitando varios tostadores norteamericanos. Ya tenemos 17 tostadores que apadrinarán pequeños productores.
¿En qué consiste ese apadrinamiento?
Pues lo principal es que le compren el café al productor, pero con un diferencial de 20 centavos de dólar que le representan $8.000 adicionales en la arroba al caficultor.
También estamos gestionando ayudas para adelantar proyectos que mejoren la calidad de vida de los caficultores y su entorno.
Y la marca de los caficultores, el Café Ginebras, ¿cómo va?
El Café Ginebras, viene creciendo a pesar consumo interno se ha sostenido.
Es una marca que se consolida con ventas de 110.000 libras mensuales con un consumo netamente departamental.
Cifras
http://www.elpais.com.co/paisonline/notas/Mayo272008/solucion.html
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