martes, 24 de julio de 2007

Caficultores Colombianos

Foto/Archivo/LA PATRIA -- El ex ministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, cuestionó el bajo consumo interno del país e indicó que hay que despertar el consumo en los jóvenes.

Cafeteros, con 10 retos para enfrentar su crisis

Los productores hoy continúan en el filo de la navaja, dijo Restrepo Salazar. Relevo generacional y aumentar el consumo, algunas clave para mejorar.

Los caficultores colombianos todavía están en el filo de la navaja debido a la serie de factores que atentan contra esta actividad, en especial el fenómeno de la revaluación.

Juan Carlos Layton

Editor económico/LA PATRIA

Manizales


Pero además de sus quejas por este efecto, donde es el Gobierno el que tiene que blindarlo, ahora su principal tarea es asumir nuevos retos para definir si finalmente se queda o sale de su difícil situación.

El análisis lo hizo el ex ministro de Hacienda y actual miembro del Comité Nacional de Cafeteros, Juan Camilo Restrepo Salazar, durante su participación en el pasado foro "Perspectivas de la caficultura", que se realizó en Armenia el fin de semana, durante el evento gastronómico "Quindío café y sabor". En el encuentro también participaron el Director del Crece, José Leibovich y el Presidente de Asoexport, Jorge Enrique Lozano, quienes coincidieron sobre esta responsabilidad.

Entre esos compromisos, Restrepo Salazar habló de la importancia de crear nuevas estrategias para aumentar el consumo interno (ver recuadro: Los 10 retos).

Consumo interno tiene que mejorar

El representante cafetero cuestionó el bajo consumo en Colombia que no supera los 1,5 millones de sacos desde hace muchos años, mientras que en naciones como Brasil pasaron de 8 millones a cerca de 16 millones de sacos, cifra con que podrían terminar este año.

Tanto para el directivo como para el Director del Crece, esto se debe en buena parte a la mala preparación del café, lo cual motiva el bajo consumo per cápita. Paradójicamente, dijo, consumen un mejor café en la costa y en las regiones que no son cafeteras que en las que sí lo son.

"Colombia tiene como reto convertirse en un gran consumidor de su propio café, porque ese consumo se pasmó y por eso hay que crear conciencia de preparar un buen café para que el país vuelva a ser el segundo consumidor de su propio grano".

Leibovich puso el caso de las grandes naciones donde se cultivan viñedos, y además se enorgullecen de hacer el mejor vino. Pero en el caso de Colombia hay fincas que no son ejemplo de ello. Los casos son contados, dijo.

Tal y como lo planteó el Presidente de la República en el Congreso Cafetero del año pasado, los expertos coincidieron en la necesidad de aumentar la producción y pasar de unos 12 millones de sacos, que hoy se producen, a 15 millones ó 16 millones, con la misma frontera cafetera que hoy se tiene y que rodea las 800 mil hectáreas.

Los expertos también vieron un problema en el relevo generacional. Mientras en naciones como Vietnam los hijos asumen las tareas de sus padres entre los 25 y 30 años, en Colombia ese relevo se presenta entre los 40 y 50 años de edad.

Los instrumentos de la institucionalidad

Otro de los temas delicados que planteó Restrepo Salazar, es la falta de instrumentos necesarios para que el Fondo Nacional del Café enfrente varios retos cuando llegue una crisis en el sector.

En este caso, aclaró, el problema parte del Congreso Nacional que prohibió que se discutieran elementos adicionales para aumentar la contribución cafetera de 6 centavos de dólar a 9 centavos, cuando el precio del café estuviera por encima de los 1,50 dólares la libra (ver recuadro: Cómo quedó la contribución ).

" No existen los suficientes instrumentos para acumular unas reservas que le permitan al Fondo Nacional cumplir una función estabilizadora y buscar, por ejemplo, coberturas de tasa de cambio y de precio que cumplan con esa función".

Para los expertos es inminente exportar café con un mayor valor agregado, de tal forma que esa proporción no sea de un saco especial por tres que se venden en el exterior, sino de un saco especial por dos que se exportan.

Restrepo Salazar estuvo de acuerdo con las percepciones de que Brasil no tendrá el próximo año una cosecha alta, pero también advirtió que no se puede cantar victoria, más cuando Vietnam este año exporta 18 millones de sacos y mantiene en un ritmo similar para el 2008.

Pese a ello, los expertos concluyeron que hay un panorama inmejorable, pero el llamado es a despertar el consumo, incentivarlo entre los jóvenes y pedir un control absoluto de la revaluación.

Los 10 retos

1. El café está dejando de ser bebida de viejos. Hay que aprovechar el aumento del consumo.

2. Hay que incentivar que los países productores se vuelvan más consumidores.

3. El consumo interno sigue en 1,5 millones de sacos. La meta apunta a incrementar su demanda.

4. Hay que incrementar la producción de café con las mismas áreas que hoy se tienen cultivadas.

5. Es necesario propiciar un mejor relevo generacional y que los cafeteros se queden en sus fincas.

6. Mejorar la función estabilizadora del Fondo Nacional del Café.

7. Un mayor valor agregado a las exportaciones.

8. El cafetero trabaja hoy sin tener rentabilidad. La idea es mejorar su ingreso y fortalecer los programas de renovación.

9. El café tiene que tener futuro por lo que hay que garantizar que se quede en esta tarea brindándole garantías como seguridad social y buscar mejores beneficios para el trabajador.

10. Frenar el impacto de la revaluación.

Cómo quedó la contribución cafetera

El Congreso Nacional aprobó dentro del presupuesto del Plan Nacional de Desarrollo para los próximos cuatro años que la contribución cafetera parafiscal, sea de dos centavos de dólar cuando la libra de café esté por debajo de los 60 centavos de dólar.

Será de 6 centavos de dólar cuando el precio del grano supere los 60 centavos en el mercado internacional. De ahí para adelante no habrá más alzas.

La frase

"Como quedó diseñada la contribución cafetera, a la luz de lo que aprobó el Congreso, permite tener un cimiento jurídico sólido para financiar los servicios técnicos, de extensión y campañas de renovación, pero el Fondo Nacional del Café no está haciendo ninguna labor para guardar cuando lleguen las vacas flacas. Todo lo que entra se lo está gastando, no mal gastado, pero no está ahorrando en una actividad donde siempre hay épocas buenas y otras malas"

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