Normativa cafetalera en la mira
En la cosecha del café 2007-2008 el Gobierno espera contabilizar 1.8 millones de quintales de café exportables, sin embargo, hacen falta brazos para el grano. Algunos productores ya están proponiendo cambiar la normativa del sector, aquí explican por que
Hace dos años los caficultores nacionales se toparon con un “clavo” en una magnitud que no se esperaban: la falta de mano de obra para cortar el grano. Antes de eso eran el precio y la calidad del café, los principales pegones en la cosecha.
Ese escenario no ha cambiado a la fecha. Felipe Argüello, director ejecutivo de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), señala que la escasez de trabajadores sigue siendo un “tema de preocupación”.
Argüello comenta que en Jinotega, al Norte de Nicaragua, donde ya están empezando a cortar el grano de la cosecha 2007-2008, los caficultores están yendo a buscar trabajadores hasta León y Chinandega, departamentos ubicados en el Occidente del país, porque en sus zonas los cortadores están emigrando a Costa Rica.
“¿Y usted se imagina lo que se implica? Sobre todo si después la familia le dice al productor: mire, aquí hay poco grano, nos vamos. ¿Usted tiene idea de cuánto costo implica?”, subraya.
El cafetalero Duilio Baltodano explica que la escasez de trabajadores en el sector café es un problema de vieja data.
Aunque reconoce que con los años el problema se ha venido agrandando. “Y todo se explica por el sistema que nosotros tenemos, por la normativa que nosotros tenemos”, subraya.
“Nuestros cortadores emigran a Costa Rica y demás países centroamericanos, porque encuentran en esos la oportunidad de ganar más, comer a su gusto, y regresar a su residencia (casa) más temprano”, resume.
Según cifras oficiales, la cosecha cafetalera genera, en promedio, 250 mil empleos directos e indirectos en Nicaragua. Del monto descrito sólo se sabe que buena parte se va para suelo tico.
“No hay cifras, no hay estadísticas... pero se nos están yendo, esa es una realidad”, indica Argüello.
Baltodano expone que el pago en Nicaragua es catorcenal, conforme a la Normativa Salarial para las Actividades de Cosecha de Café 2007-2008, recién publicada.
Esa misma normativa estipula, según dice el cafetalero, para el Norte una norma de cinco latas al día. “Cada lata se paga a 13.50 córdobas más la comida”, explica.
Es decir, el ingreso diario del cortador que corta cinco latas, según cálculos del caficultor, es de más de 85 córdobas en promedio.
“Pero si ese mismo cortador corta siete latas finaliza con un ingreso neto de 94.5 córdobas (ya excluyéndole el costo de la alimentación)”, refiere.
LA COMPARACIÓN
No obstante, el cafetalero dice que conforme al sistema de pago de Costa Rica, usando los mismos parámetros que Nicaragua, el precio de la lata para una norma de cinco latas sería de 17.10 córdobas por lata, incluyendo la alimentación.
“Allí (en el país vecino) la forma de pago es diaria y el cortador come por su cuenta, ya sea comprando sus alimentos en las tiendas o comprando sus tres tiempos en las comiderías privadas que existen en las fincas”, aclara.
“Si un cortador corta siete latas, por ejemplo, gana en el día unos 119.70 córdobas y gasta para su alimentación 18 córdobas, quedándole un ingreso neto de 101.7 córdobas”, manifiesta.
“Es decir que en Costa Rica por su forma de pago se premia al eficiente. El cortador que corta siete latas gana 7.20 córdobas más que su contraparte en Nicaragua cortando la misma cantidad de latas”, argumenta.
A eso agrega los altos costos que el productor nica asume con la normativa de café del país.
“Conforme las exigencias de la normativa publicada, en nuestras fincas para trescientos cortadores requerimos de nueve capataces con 35 cortadores por cuadrilla, tres recibidores (medidores), un apuntador, un tractorista, cinco ayudantes, cinco cocineras más tres ayudantes de cocina y un contador con su auxiliar en la finca”, detalla.
“Todo eso para llevar la planilla y registros por cortador que requiere el Instituto Nicaragüense de Seguros (INSS) y el Ministerio del Trabajo (Mitrab), a eso hay que agregar que la medida del café termina entre 7:00 y 8:00 de la noche”, reitera.
No obstante: “En Costa Rica para el mismo número de cortadores se requiere sólo un capataz, dos ayudantes y un tractorista. La medida (del café) termina a las 5:00 de la tarde”, enfatiza.
“El cortador recibe su pago diario, no hay deducciones en su pago por concepto del INSS, pero si requiere de sus servicios es atendido con calidad y eficiencia. La logística de la alimentación de los cortadores es eficiente y competitiva e independiente del productor, que le permite al cortador escoger qué comer”, especifica.
Es decir que: “Los gastos administrativos son menores porque el productor no requiere de planilla y pagan al INSS sobre el monto total pagado a los cortadores, obviando los registros individuales por cortador”.
Por otro lado Baltodano añade que a como está el sistema de pago en Nicaragua, tensiona al productor y al cortador de café.
“(Porque) nuestra normativa promueve las ineficiencias en el productor y en el cortador y provoca fricciones entre ambos por varias razones: el valor diario de la comida no coincide con la receta nutricional estipulada en la norma, los cortadores no andan cédula y no quieren deducciones en su pago por concepto de INSS, porque no recibe de este ningún servicio, creando tensiones en la contratación y día de pago”, menciona.
LOS COSTOS
Además “la normativa estipula cómo el productor tiene que organizar el manejo de su cosecha, perjudicando la calidad del café e incrementando sus costos de producción. En resumen no somos competitivos”.
El caficultor resalta que: “Anualmente nuestros cortadores que emigran en cantidades cada vez mayores nos están expresando que prefieren un sistema de incentivos por eficiencia y anualmente a los productores se nos cae la cosecha por falta de mano de obra”, destaca.
A pesar de eso Baltodano es optimista, pues cree que Nicaragua sí puede igualar las condiciones y salarios de Costa Rica y resto de Centroamérica “con realismo, objetividad e interés, realizando cambios en la normativa y adaptándose a la competencia”.
“Ya he planteado la comparación de ambos sistemas a varios gremios como Upanic, y la UNAG (Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos) y ellos han mostrado interés en que se revise nuestro sistema de pago”, comenta.
Argüello confirma lo anterior. “En general el planteamiento de Baltodano me parece muy interesante. Y el gran reto para mí está en que comparando la forma como se está haciendo en Nicaragua y en Costa Rica, demostró que en Costa Rica se está incentivando la eficiencia del cortador a diferencia de Nicaragua, creo que desde los gremios, y en este caso Upanic, podríamos incidir en que se revise la normativa nuestra”, indica.
“Efectivamente necesitamos ser más competitivos, la comparación de Baltodano tiene una importancia grande y creo que hay que cambiar ciertas cosas en nuestra legislación, como la retención del INSS, que nos obliga retener a cada cortador cuando en Costa Rica es sobre un monto total, lo que evita mayores costos administrativos para el productor”, apunta.
Argüello dice que “quizás en los foros donde nosotros tenemos participación podamos incidir en que se vayan haciendo cambios a nuestra normativa”, señala.
Aunque al mismo tiempo sugiere ir cambiando la cultura del cortador.
“Algunas fincas han tomado la iniciativa de proveer más servicios y tratar de pagar directamente, pero bueno por un lado te amarra la normativa y por otro lado te ata la cultura de la gente, que no está acostumbrada a comprar comida en la finca y con todo eso hay que lidiar”, confiesa.
¿QUÉ DICE EL GOBIERNO?
La titular del Ministerio del Trabajo (Mitrab), Jeannette Chávez, insiste en que la normativa del café seguirá vigente al menos hasta que la cosecha concluya.
“Si en este momento me lo plantea no hay ninguna posibilidad de cambiar la normativa. Yo ya recibí de parte de los cafetaleros los planteamientos y habrá una reunión próximamente, donde vamos a revisar ese punto, pero de momento la normativa seguirá a como está”, plantea.
“Nosotros ya hemos emitido la normativa, y hemos tomado en cuenta las circunstancias propias nuestras, así como los datos económicos. Además la normativa fue consensuada, yo estuve de visita en los sectores cafetaleros. Estuve en Estelí, en Matagalpa, en El Crucero y además me reuní también con representantes del sector, como Upanic, y con base digamos a la información que yo obtuve y los cálculos que nosotros hicimos, así dictamos esa normativa”, dijo Chávez.
A juicio de la titular fue mínimo “el movimiento” que hicieron en los salarios.
“Hemos trabajado una normativa muy consensuada y además de eso muy ajustada a las cifras económicas”, puntualiza.
En la cosecha 2007-2008 el Gobierno estima conseguir 1.8 millones de quintales de café exportables. Aunque ese monto para algunos caficultores son conservadores, ya que bien se podrían obtener hasta dos millones de quintales del grano exportable, siempre y cuando haya condiciones para ello, como suficiente mano de obra.
http://www.laprensa.com.ni/archivo/2007/diciembre/05/suplementos/negocios/230842.shtml
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