Café de Colombia

En sólo tres hectáreas José Anibal Castañeda produce el mejor grano de Pereira

Este vallecaucano de 77 años, quien desde hace cuatro décadas reside en Pereira, ocupó el primer lugar en el Concurso de Café de Alta Calidad del municipio, en el que participaron 104 lotes.

Castañeda Valencia dice que desde que "empezó a dejar de gatear" está dedicado a la caficultura, es el productor del café de mejor calidad en Pereira, donde hay sembradas cerca de 8.000 hectáreas que producen unos tres millones de arrobas del grano en época de cosecha.

Este caficultor con su cabello como de copos de nube y ojos entre azules y grises fue premiado recientemente por el Comité Departamental de Cafeteros de Risaralda, en desarrollo del Primer Concurso de Café de Alta Calidad.

Gracias a ello, ahora tiene un silo con capacidad para 10 arrobas y dos millones de pesos en insumos, premio que buscaban decenas de propietarios, entre grandes y pequeños, de otros 103 lotes de café en los alrededores de la ciudad.

Ante el acoso de fotógrafos y periodistas, el día de la premiación, Castañeda dejó escapar varias lágrimas por su rostro quemado por el sol, pues un silo de esas características era lo que necesitaba para "poder secar más ligero el grano en época de invierno".

Pese a la alegría del campesino, al extensionista Olmedo Sánchez Rendón, quien ha asesorado a Castañeda desde 1992, le preocupa que "con este nuevo silo se afecte la calidad del grano", ya que en este proceso de secado se utilizan sustancias como el carbón mineral.

Por eso, la gran tarea ahora es aprender a manejar el silo, tratando que la calidad del mejor grano de café de Pereira se mantenga.
Así podrá dejar atrás el sistema de carros secaderos al sol, una herramienta que no es muy útil en esta época de invierno.

Castañeda llegó desde el municipio de Marsella (Risaralda) a la vereda Canceles de Pereira, para administrar y luego heredar la finca de su padre, llamada 'Grisales'.

Hoy las tres hectáreas de 'Grisales' producen un café que logró un puntaje de 89 sobre 100, lo cual demuestra las cualidades físicas y en taza de su producto.

En duda sucesión de calidad

Mientras Castañeda recuerda cómo cumplió los requisitos del concurso, mantiene apretadas sus gruesas manos entre brazos y costillas, choca sus rodillas y comprime el cuerpo para protegerse ante el frío de la tarde.

Pero este viento frío no es permanente, su temperatura varía con facilidad, ya que 'Grisales' está entre los 1.539 y 1.552 metros sobre el nivel del mar. "Además, sus tierras tienen mucha riqueza en sus nutrientes, algo que me gusta de esta finca", explica Sánchez, al describir las características de densidad y humedad del grano que recoge Castañeda.

Al igual que el 75 por ciento de las 2.200 fincas del municipio, su propiedad comprende 3 hectáreas, en la que las plataneras y los cafetos comparten en igual número su espacio.

El predio está atravesado por 50 casas construidas con madera y zinc. Ese terreno lo vendió a principios de los 90 cuando la broca se alimentaba de sus cafetales, para poder sobrevivir.

De espalda al horizonte, Castañeda habla acerca del futuro de sus cultivos y recuerda que su padre le decía: "aprenda a leer y a escribir". Pero, sólo era para firmar porque él no sabía hacerlo. "Igual me tocó cultivar café", señala.

Hoy dice que no quiere lo mismo para sus tres nietos. Lo ideal para él es que "salgan adelante estudiando". Por eso, la sucesión de la calidad de su café está en riesgo.

Sánchez advierte que no hay quién herede la labor de caficultores como Castañeda, porque prefieren que sus hijos y nietos se dediquen a otras labores.

La preocupación del agrónomo es casi una certeza, cuando se observa el rostro alegre del campesino al mostrar el certificado escolar de excelencia de Brayan, su nieto de 11 años.

Sin embargo, la Federación Nacional de Cafeteros ha implementado varios planes para que la labor del café no se convierta en algo del pasado, y los futuros cafeteros puedan manejar sus cultivos desde la gestión empresarial y productiva.

http://www.eltiempo.com/nacion/cafe/2008-01-05/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3883904.html