Con el propósito de llegar a alguna solución para la crisis cafetera que golpea al Quindío, el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Gabriel Silva Luján, se reunió con los directivos del comité departamental y se concertó la elaboración de dos propuestas de reestructuración de la industria que serán enviadas al gobierno nacional y que buscan solucionar aspectos como el precio de los insumos, la rentabilidad del negocio y el impacto del invierno en las cosechas.
El directivo declaró que la situación para la caficultura es paradójica porque, aunque se ha logrado un precio en el mercado internacional —un nivel de ventas no visto desde hace 10 años, con un volumen de 12,6 millones de sacos y un precio de U$50 la libra— la revaluación del dólar hace que se pierda la rentabilidad.
“Los caficultores han perdido tres billones de pesos en los últimos cuatro años, lo cual no es percibido con preocupación por la opinión. Ganan nominalmente, más no en el dinero que deberían recibir. Lo que queremos es tratar las causas estructurales como son los costos no sostenibles de los fertilizantes que crecen en un promedio del 140%; una mano de obra esporádica y no capacitada, lo que representa un costo creciente; y el hecho de que no hay crédito para el sector. Atacar a cada una de las variables, lo cual no será posible sin apoyo del gobierno y la banca internacional”, afirmó.
La idea, expresó, es implementar un plan a cinco años y con un costo de 500 mil millones de pesos más un puente de $40 mil millones de parte del gobierno mientras se pone en marcha la ayuda para que no colapse el renglón productivo, suma que se emplearía en la compra de fertilizantes.
“No es un planteamiento nuevo, porque en El libro verde de la caficultura se expresa claramente que se requiere de una política similar. Algunos productores indudablemente tendrán que dejar la actividad, pero no podemos dejarlos huérfanos, sin apoyo para esta transición”, manifestó.
Recalcó que esta iniciativa se centrará en el beneficio directo del recurso humano, a diferencia de otras intervenciones anteriores que fueron establecidas para componentes como la tecnología.
“La gente hace la diferencia de la calidad del grano colombiano, ésta no reside en las máquinas. Hay que inventar esquemas de administración de personal o trasladarlas de otros países como Argentina, Francia o Italia, en los que han atravesado por este mismo tipo de situaciones. Hemos descubierto que podríamos aprovechar este insumo de manera más eficiente, por ejemplo, en algunos municipios se cuenta con exceso de mano de obra y en otros con déficit”, aclaró.
La otra propuesta se relaciona con el impacto de las lluvias que ha golpeado a la región del Eje Cafetero.
“El nivel de precipitaciones ha sido un 50% por encima del año anterior y casi un 40% del promedio histórico. Por este motivo, pediremos al gobierno central que se declare la emergencia climática para el departamento”, sostuvo.
Al respecto, el presidente del Comité Departamental de Cafeteros del Quindío, José del Carmen Prieto Valencia, señaló que, aunque la iniciativa surge de la problemática detectada por este comité, el ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural evaluará a qué otras zonas del territorio nacional se puede extender el apoyo.
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La misma será ubicada en la plazoleta frontal de la sede de la Cruz Roja, en el norte de la ciudad, zona de alto tráfico vehícular y que cuenta con las caracteríticas sociodemográficas requeridas por Procafecol para la localización de la firma.
Pese al anuncio, se desconocen detalles de su infraestructura y capacidad, puesto que estos aspectos son responsabilidad directa de la filial, encargada de la comercialización de productos de valor agregado.
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