Se espera tener una variedad resistente a la broca en unos 10 o 15 años. El resultado de la Variedad Colombia, resitente a la roya, demoró dos décadas
Han pasado 37 años desde que el científico Gabriel Cadena Gómez empezó a trabajar alrededor del café para la Federación Nacional de Cafeteros, y hoy el tema le inquieta y encanta tanto como al principio.
Al hablar de las investigaciones del Centro Nacional de Investigaciones del Café (Cenicafé), del cual es su Director y que en noviembre próximo cumplirá 70 años, se vuelve como un niño que cuenta con emoción y en detalle la última película de algún superhéroe.
Pero no deja de ser el científico de memoria brillante, que al hablar no permite que queden cabos sueltos.
En su oficina, en las instalaciones de Cenicafé en Chinchiná, hay un estante en madera repleto de distinciones para la entidad, entre las que destaca la Cruz de Boyacá, que la entrega el Presidente de la República.
En una mesa pequeña conserva galardones como el Colombiano Ejemplar que el periódico El Colombiano, de Medellín, le dio en el 2001, y otras estatuillas para el Centro, fruto de logros que Cadena Gómez ha liderado desde el 16 de enero de 1988, cuando asumió la Dirección.
Son muchas las razones que lo hacen enorgullecerse de esta institución, de la cual destaca que demuestra que sí se se puede hacer ciencia desde la provincia.
El mérito es para los fundadores
- ¿Qué significa para Cenicafé llegar a los 70 años?
Este Centro se creó en el IX Congreso Cafetero en noviembre de 1938. La Federación escogió como sede principal de Cenicafé a Chinchiná, y desde aquí hemos generado todos los conocimientos y tecnologías para que la caficultura colombiana afronte los distintos retos que se le presentan.
- ¿Qué es lo más destacable de lo que ha hecho la institución?
La visión de los caficultores que fundaron la Federación en 1927, y que consideraron que el futuro de la caficultura dependía en gran parte del conocimiento. A pesar de las distintas crisis, los cafeteros han sostenido su apoyo a la generación de ciencia y tecnología a través de Cenicafé, cuya labor ha beneficiado a las 600 mil familias cafeteras que hay en el país.
Pura ciencia
- ¿Cómo va el desarrollo de una variedad resistente a la broca?
La variedad Colombia nos costó 20 años continuos de investigación. En el caso de la broca tuvimos que crear todas las bases, porque no existía en el mundo investigación alguna similar. Nos apoyamos en el conocimiento tradicional del mejoramiento genético, pero también en la biotecnología más moderna.
- ¿Qué avances hay en este momento?
El año pasado empezamos un proyecto para obtener una variedad resistente. Antes no teníamos una fuente de resistencia conocida. Nuestros investigadores ya encontraron unas plantas en las que la broca se reproduce menos que en el resto de las variedades comerciales, comenzamos los cruzamientos y esperamos tener en 10 o 15 años una variedad resistente a este insecto
- ¿Cómo surgió la investigación sobre el genoma del café?
Cenicafé se la propuso a la Federación y esta le dio su apoyo. Formamos un equipo de científicos en las mejores universidades del mundo, pues buena ciencia solo se hace con buenos investigadores. Eso permitió que el Ministerio de Agricultura respaldara este proyecto, en el que estudiamos el genoma de tres especies distintas: el café, la broca como su principal plaga, y el hongo Beauveria bassiana, principal agente biológico de control de la broca.
- ¿ Qué se quiere con la definición del genoma del café?
Resolver el problema de la broca. Hace tres años no conocíamos ningún gen del café, y ya identificamos unos 45 mil. En el genoma de la broca encontramos misterios de su metabolismo, por lo cual patentamos algunos de estos genes en función de su uso en la industria del café. Así mismo, el conocimiento que se genere del Beauveria bassiana permitirá formulaciones más efectivas y amigables con el medio. La meta es que algún día la broca sea una plaga olvidada, como la Roya, gracias a la Variedad Colombia y la Variedad Castillo que la entregamos en el 2005.
Futuro
- ¿Qué viene para Cenicafé?
Tiene que seguir ayudándoles a los cafeteros colombianos a atender sus necesidades. El cambio climático es un tema del que no podemos escapar. También trabajamos en disminuir los costos de la fertilización, entregando este año un nuevo software para la interpretación de los análisis de suelos. Estamos sintonizados con la política de la Federación de darle valor agregado al café a través, por ejemplo, de semilla orgánica certificada, que solo la tiene Colombia; desarrollando una caficultura con cero residuos y propendiendo por la conservación biodiversidad.
- ¿Con qué presupuesto cuentan para continuar estos procesos?
Por fortuna los caficultores son muy conscientes de este tema, y desde el primer presupuesto, que fue de 139 mil pesos, destinaron 20 mil para la sección científica, lo que originó 10 años después la creación de Cenicafé. El gremio sabe que la inversión en ciencia y tecnología es rentable, l a única fuente de seguridad para la agricultura es el conocimiento científico.
- ¿Pero hay un rubro específico?
Lo importante es la continuidad en los esfuerzos. Cenicafé tiene una infraestructura maravillosa, pero sobre todo cuenta con un recurso humano excelente. Así es fácil conseguir recursos adicionales, como los que hoy tenemos desde el Ministerio de Agricultura, Colciencias e internacionales.
- ¿Hacia dónde debe apuntar la caficultura?
La caficultura colombiana ha sobrevivido porque tiene mercado, y la Federación creyó desde el principio en la promoción en el exterior. En su primer presupuesto dedicó 5 mil pesos a un puesto de degustación en la Feria Exposición Iberoamericana de Sevilla (España). El café colombiano es parte fundamental del mercado internacional, tenemos una participación del 17%. Mientras haya ese mercado habrá caficultura en el país.
- ¿Está convencido de que esta actividad tiene futuro?
No hay la menor duda. Colombia a veces se cansa muy rápido de los esfuerzos, cumplirá 200 años de independencia, y pareciera que estuviéramos cansados como si ya lo hubiéramos hecho todo. China lleva 5 mil años de historia y a penas está empezando. Futuro es lo que hay, no lo dudo.
Principales avances
Gabriel Cadena Gómez, Director de Cenicafé, destacó algunos avances del Centro:
* Prácticas de conservación de suelos de ladera. Es la raíz del término sostenibilidad que hoy se maneja en la actividad.
* Tecnología para aumentar la productividad. Mejora en densidades de siembra, pasando de unas 80 arrobas de café por hectárea con 2 mil árboles, a productividades de hasta 5 toneladas con unas 10 mil plantas por hectárea. Esto permitió capturar la bonanza cafetera en los años 70.
* Variedad Colombia. Se entregó en 1982, un año antes de que llegara la roya al país. Esta variedad representa por lo menos 300 mil hectáreas de café en Colombia.
* Beneficio Ecológico del Café (Becolsub). Redujo en un 95% el consumo de agua, pasando de 40 litros a 0,6 litros de agua por kilogramo de café pergamino seco producido. Países africanos, asiáticos y centroamericanos, especialmente Costa Rica, emplean esta tecnología.
* Manejo integrado de la broca. Generado en 1988, con pautas como recoger los granos caídos en el suelo, el control biológico con el hongo Beauveria bassiana y el control con parasitoides.
* Herramientas como el Aroandes y el Cangurandes. Frutos de un proceso que empezó hace 10 años. El propósito es hacer más eficiente la recolección del café.
El dato
El café Variedad Castillo, entregada por Cenicafé en el 2005, es resistente no solo a la roya, sino también a la enfermedad de las cerezas del café, la cual no existe en América Latina ni en Colombia, pero sí se presenta en África.
“Colombia a veces se cansa muy rápido de los esfuerzos, cumplirá 200 años de independencia. China lleva 5 mil años de historia y a penas está empezando”.
http://www.lapatria.com/Noticias/ver_noticia.aspx?CODNOT=47458&CODSEC=18
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