Dónde está el café que proyectó el ministerio de Agricultura y Tierras
Patricia Riveira
Noticiero Agropecuario.- Desde hace 10 años se viene hablando que en Venezuela existe un excedente de 300 mil quintales de café, y el año pasado aumentaron la cifra a 350 mil quintales. Hoy en enero de 2008 el Ministerio de Agricultura y Tierras proyecta que para esta cosecha se producirán 73 mil 642 toneladas, es decir, 1 millón 600 mil quintales. ¿La pregunta es dónde está esa producción?
Gaetano Minuta, presidente de UCAME, nos informa que en nuestro país tradicionalmente entre octubre y enero se recoge el 80% de la cosecha cafetalera, es decir que actualmente estamos en el pico de ella y, de ser cierta la cifra dada por el organismo oficial ya se ha debido recoger 1.280.000 q.q., pero no los hay.
“La escasez es real y nosotros la hemos venido denunciando desde el año 2003. Presumimos que ella es el resultado de la errada política cafetalera, la cual ocasiona daños irreversibles, especialmente en el ámbito ecológico así como también en lo social y económico”.
Esta inquietante escasez presente en pico de cosecha, indica Gaetano Minuta, se pretende achacarla a un supuesto contrabando de extracción, lo cual no parece lógico, por cuanto, de ser cierta esa fuga, las cantidades que “supuestamente” han salido del país, se calculan que son insignificantes para la producción estimada por el ministerio de Agricultura y Tierras ya que es, para un consumo nacional de 1.250.000 q.q. incluyendo las reservas, habría un excedente de 350.000 qq
“Nuestro consumo, según la industria es de 1.000.000 q.q. anuales. Ahora supuestamente de continuar la fuga, nos quedaremos sin café. Lo cierto es que para sacar un contrabando, de tan sólo 300.000 q.q. (13.800.000 kgs.) se requiere movilizar en el lapso de dos meses (noviembre y diciembre, inicio de cosecha a la fecha) 345 gandolas (8 diarias) con capacidad de 40.000 Kg. c/u, a través de una frontera donde hubo graves problemas de movilización. Esta operación no es racional, además de que este ejercicio de 300 mil quintales fugados, no tiene capacidad de generar escasez, pues solamente se estaría sacando una parte del supuesto excedente anunciado”.
No dudamos que algunos intermediarios por causa del “precio vil” impuesto en nuestro mercado de Bs. 288.000 q.q. se aventuren a llevar uno que otro camión a Colombia, en donde obtienen 250.000 pesos por quintal, que al cambio equivalen aproximadamente a Bs. 750.000; dijo el presidente de UCAME.
Pero es el caso que desde antes del año 2003 lo vienen haciendo, según nos informa Maximiliano Pérez, directivo de ANACAVE. Así como se llevan el café traen el café de desecho de Colombia. Presumimos que algunos de ellos, son los mismos que para el año 1.998 introdujeron la Broca al país a través de este contrabando; explicó.
“Igualmente, se rumora que debido a la devaluación del bolívar con relación al peso, en Colombia al igual como se incrementó el café bueno, también se incrementó el café de desecho, pero este último muy por encima del precio de nuestro mejor café. Esto es igual como sucedió después del 15 de febrero de 2003; cuando el gobierno congeló la entrega de dólares y no hubo dinero para pagar el contrabando. Con ello controló el contrabando de introducción de café y se manifestó internamente la escasez dejando al descubierto la realidad de nuestra caficultora”.
Recuerden que se decía que por falta de materia prima, hasta 80 pequeñas y medianas industrias (que no existían) bajaron la santamaria; lo que alguien erróneamente llamó “La Guerra Secreta del Café”; añadió Maximiliano Pérez.
Por su parte, Rosa Santaromita, también directiva de UCAME-Mérida, señaló que esta situación es similar a la de hoy y, nos hace “presumir” que los industriales, alertas ante una posible escasez, “PACTARON UN PRECIO DE Bs. 350.000 q.q.; con algunas autoridades, que permite al que así lo desea adquirir ese desecho colombiano solucionando su problema de escasez, pero profundizando la crisis en lo que queda de nuestra caficultura.
“El cafeto es una árbol perenne y, el abandono o recuperación de la caficultura será siempre a mediano y largo plazo, cinco años entre la siembra y la primera producción rentable, esto al parecer lo desconocen en el MAT, MILCO y MINAL, y el Estado ya entendió que nuestro problema no es de productividad”.
Tanto Gaetano Minuta, como Maximiliano Pérez y Rosa Santaromita coinciden en señalar que si los caficultores pierden produciendo 8 quintales/ha., mayor será la perdida si se producen 15 quintales/ha.
La decisión del Ministerio de Agricultura y Tierras debió ser para ayer, dijo Gaetano Minuta. “La solución no está en importar plántulas de Brasil que igualmente nos van a ocasionar perdidas; ni creando más torrefactoras que afectarán a las ya existentes, ni creando un monopolio de comercialización a través de la CVA, ni realizando mesas de diálogo con algunas funcionarios de diferentes ministerios, que no tienen idea del cultivo, y en donde lleven la voz algunos intermediarios; ni tampoco ofreciéndonos mejores servicios, vialidad y/o viviendas, porque nuestro problema es de subsistencia, de alimentación, de calidad de vida, de poder pagar al obrero el salario justo, que el gobierno reconoce y él merece, para que también subsista y no nos abandone, porque SIN OBREROS NO HAY CAFICULTURA ya que el cultivo no acepta la mecanización, tampoco es trayendo asesores cubanos para enseñarnos a sembrar café, primero fue sábado que domingo, a no ser que se pretenda adoctrinar al obrero para trabajar sin cobrar, ni con la oferta de un posible subsidio al caficultor, lo cual es inviable, y su simple oferta implica el reconocimiento de que el precio no es rentable, y mucho menos propiciando el éxodo de los obreros en las zonas cafetaleras”.
Sin olvidar lo expresado en el art. 25 de nuestra carta magna, informó el productor merideño Gaetano Minuta, que reiteramos una vez más que la única solución es mejorar el precio en cumplimiento de lo aprobado en la Junta Nacional del café del año 2004. “Un precio justo que nos permita subsistir y mejorar nuestra calidad de vida, ajustándolo anualmente a la inflación. Con ello se deberá normar al intermediario, único beneficiado de la política cafetalera y sobretodo, liberar el PVP y obligar a la industria a competir entre ellas, por calidad ofertada.
Si el gobierno estima que, al resolver el problema a los caficultores se perjudica al consumidor, entonces que se nos pague a nosotros el precio justo, y subsidie a la industria para que ella venda al precio solidario que él disponga; dijo por otro lado Maximiliano Pérez.
“Nos atrevemos a asegurar que el Estado Venezolano erogaría así, menos dinero que el que ha perdido en crear algunas cooperativas fantasmas, torrefactoras que no arrancan y siembras que no existen o se abandonan. Nuestra caficultura lentamente esta desapareciendo, y el Estado es el culpable”.
Al término de la entrevista se conoció que “existen fuertes rumores de que próximamente se creará un gremio único de caficultores y, a la usanza de las viejas corruptelas del extinto FONCAFE. Se intenta con este nuevo gremio, avalar el precio pactado de 350.000 bolívares por quintal, pretendiéndose así, continuar malversando toda buena intensión que pueda tener el Gobierno, el que más ha invertido en la agonizante caficultura venezolana”.
Agencia de Noticias Agrícola