Primer embarque de café nacional
¿Cuándo salió el primer embarque de café nicaragüense hacia el exterior? Si el detalle es de interés no sólo para los que degustan esta bebida, sino para historiadores y economistas, más lo es conocer el destino de aquella compra inaugural del rubro de exportación por excelencia: la nave salió de El Realejo en mayo de 1848 hacia Mazatlán, en el Pacífico mexicano, cuando el puerto estaba tomado nada menos que por 400 marines y rodeada de seis poderosas fragatas de los Estados Unidos.
El café, además de componer la mañana, se ha mezclado con la historia nacional para darle otro sabor. El historiador Eddy Kühl nos ofrece inéditos datos sobre la bebida, basado en un informe inobjetable: “La Gaceta” de León; y leyendo su investigación, comprobamos, o por lo menos sugerimos, que la primera venta al exterior de hecho formaría parte de las efemérides del Mes de la Patria.
El primer registro de envío del grano de oro, según nos comunica Kühl fue en 1848, sin embargo, el dato corta de los anales la fecha saltarina del primer productor del aromático en Nicaragua: don Manuel Matus.
Uno de los hallazgos más interesantes es que al día siguiente que llegaron los primeros sacos de café a Mazatlán, puerto que estaba en manos de los norteamericanos, durante el conflicto entre México y Estados Unidos, los invasores se habían ido, volviendo a manos del ayuntamiento local.
ImprecisionesLas imprecisiones nacionales respecto del café en nuestra nación son muchas. Algunos atribuyen que las primeras plantitas fueron sembradas en 1848, precisamente en el mismo año del embarque inicial de lo que luego sería la primera fuente generadora de divisas.
De lo que hay mayor seguridad es que la finca se llamaba La Ceiba, ubicada cerca de Jinotepe y que el cafeto llegó vía Costa Rica.
De acuerdo con Pablo Levy, en notas Geográficas y Económicas de la República de Nicaragua, el año es 1848, y que el presidente Tomás Martínez impulsó su cultivo creando las primeras haciendas cafetaleras en las Sierras de Managua. De aquí saltó a la zona norte del país, un año después de la Guerra Nacional.
El mismo Eddy Kühl encuentra otro dato menos conocido y sugiere en su libro Nicaragua y su Café, un cambio de calendario para ser más exactos: “Las primeras plantaciones de café en Nicaragua se dieron en 1824-25 en la finca La Ceiba, jurisdicción de Jinotepe con el médico Manuel Matus Torres”.
Antes sólo se bebía tiste“El café empezó a tomar importancia comercial hasta 1850 por la demanda de los pasajeros a California durante la llamada Fiebre del Oro, quienes transmitieron el hábito de tomar café al pueblo local. Antes de eso se acostumbraba a tomar el tiste o chocolate hecho de cacao y maíz tostado y molido, el café desde tiempos de la Colonia sólo era tomado por el clero educado y la elite, según lo refiere Orlando Roberts en 1820”.
No se documenta el día en que se tostó la primera libra del rojito ni quién consumió la primera taza, jícara o pocillo, pero se sospecha que fue el mismo señor Matus quien preparó el estimulante para conocer de primera cuchara las calidades de su plantación.
La historia, en esos pretéritos tiempos, cuenta con la misma consistencia del aroma humeante de una taza. En otro artículo, Kühl mismo asegura que “ya con fines comerciales se reporta que para el año 1825 el estudiante nicaragüense Manuel Matus Tórrez, recibió de un amigo de Costa Rica algunas libras de café en pergamino que luego sembró en la finca de su padre, La Ceiba, cerca de Jinotepe”.
Calma hasta el hambreEl café se hizo uno con la historia nacional. Es tan esencial, me decía el maestro Orlando Pineda, que ha calmado el hambre a comunidades enteras tierra adentro de Nicaragua, en los años del neoliberalismo. Con un pocillo, los estómagos famélicos recibían por lo menos “algo” para despertar mejor al engaño.
La primera exportaciónSi queremos ajustar mejor las fechas, Kühl nos da otra referencia que nos obliga, como decíamos antes, a incluir el café en el Mes de la Patria: la primera exportación fue con destino a México en septiembre de 1848, 27 años después de la Independencia y ocho años antes de la Batalla de San Jacinto.
El destino fue el puerto de Mazatlán, en México, en el velero Chambón. Se obtuvo un precio de 14 pesos fuertes el quintal de 100 libras.
Otro dato más espeso --como el chingaste del café en el fondo de una jarra-- es el que nos dejó escrito Efraín Squier, cuando pasó por nuestro país en 1849. En todas las casas ya se consumía el café.
En un informe para EL NUEVO DIARIO, el investigador referido nos detalla que en “La Gaceta del Gobierno Supremo del Estado de Nicaragua, editada en León el 23 de septiembre de 1848, tiene la siguiente información (en negritas). Nótese que acaba de terminar la guerra México con Estados Unidos:
El bergantín goleta Chambón, cargado de frutos del país, salió de El Realejo para Mazatlán el 2 de mayo y regresó el 15 de agosto.
Cuando arribó a aquel puerto aún estaba en poder de los norteamericanos, pero al día siguiente al de su llegada le fue entregado a los mexicanos, los cuales prohíben la introducción de muchos de nuestros frutos.
Los frutos que llevó son los que abajo se expresan y anotamos los precios corrientes de la plaza de Mazatlán a fines de junio:
Lo que llegó a Mazatlán
Véase la relación que nos ha hecho el Sr. Mariano Salazar, sobre los precios a que fueron vendidos en Mazatlán algunos artículos del país remitidos para aquel puerto, habiendo hecho el barco su viaje redondo en el corto tiempo de 105 días, señala La Gaceta:
Café 12 a 16 pesos quintal
Cacao Nicaragua 60 pesos tercio
Tabaco Segovia 8 reales libra
Aguardiente de 28 a
30 grados 18 reales libra
Pita floja 4 reales libra
Hamacas de pita no sabemos
Piedras de moler no sabemos
Arroz 6 pesos quintal
Chanchaca 4 ½ pesos
Cuando llegó el café nicaragüense al puerto, se había retirado un día antes la poderosa fragata “Portsmouth” que llegó desde el año anterior para impedir la entrada y salida de buques al puerto de Mazatlán. El Ayuntamiento de Mazatlán, Estado de Sinaloa, en su historia oficial, indica que también partieron, al terminar el conflicto que estrechó el mapa de México, las fragatas “Independence”, “Congress”, “Cyane”, “Erie”, “Dale”, y varios galeotes que transportaban a cientos de tropas.
La plaza fue desocupada por 400 marines el 17 de junio de 1848. Con la primera venta del café nicaragüense, agradable coincidencia, llegó la libertad a la “Perla del Pacífico”.
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